Primer contacto con el porteo para Raúl.





"¿Se puede axfisiar? lleva la cabeza hacia mi preguntaba con duda Raúl mientras porteaba dormida a su bebé de dos meses.
Tranquilo no le va a pasar nada ya sabe mover la cabeza para buscar el oxígeno.
 Cierra los ojos, siéntela, mira cómo se mueve su cuero cabelludo como sube y baja, nota su respiración sobre tu pecho."


Raúl sonríe mostrando ternura y emoción de poder llevar a su hija y haberla podido dormir.
Minutos antes mientras le colocábamos a su hija en la mochila el bebé lloraba, sentía sueño y le estábamos molestando probando mochilas diferentes que les encajara a los tres: madre, padre y bebé.
Ponte a caminar Raúl para que con el movimiento se duerma, y es que el movimiento les evoca a cuando estaban dentro del útero de la mamá.
A los dos minutos se había dormido.

Y Raúl sonreía orgulloso de poder llevar a su hija cerca de su cuerpo sintiéndose parte de estos primeros meses de crianza de su hija, como sostén de ella.
Le tranquiliza con la voz, le acaricia con la mano, le da besos poder calmarla sintiendo ella su calor, escuchando sus latidos transmitiéndole calma y seguridad en estos primeros meses de vida tan vitales en el desarrollo de un bebé.

Y si, en estos últimos años de trabajar con padres algo está cambiando.
Cada vez son más padres que se acercan y escuchan con interés sorprendiéndome sin ningún perfil externo por la ropa o apariencias que me indique saber si van a portear o no.


Padres que valoran el contacto inicial como forma de vincularse con sus bebés, viendo cómo se duermen entre sus regazos, sin necesidad de cargárseles los brazos y poder por ejemplo incluso pasear a los perros, pues hoy en día muchas familias me están pidiendo portear para pasearles...sin necesidad de empujar un carro y correr tras el perro loco por salir a la calle.

Papás que entrada la edad de los treinta son más conscientes de la importancia de criar a un hijo e implicarse probablemente diferenciándose en muchos casos de como a nosotros nos criaron en la década de los 70 y 80 cuando solamente era la madre quién se quedaba en casa y el padre no se implicaba tanto.

Ahora bien movimiento nuevo dónde los padres se acercan a la crianza también genera en muchos casos discrepancias en la pareja, desajustes pues es algo nuevo en nuestra sociedad donde unos y otros no estábamos preparados para ello, atravesados por una cultura, que el padre en la actualidad disponga de seis semanas para poder colaborar e implicarse para recibir al nuevo ser que ha llegado a la pareja constituyendo una familia.
Resulta una nuevo cambio familiar en la actualidad.


Observando incluso padres que eligen ellos el portabebé porque desean llevar a sus hijos y participar, y la mujer siendo quién se adapte a lo que diga el padre, pudiendo elegir si por ella fuera otro portabebé que se adaptara mejor a su día a día y sus necesidades, lo cual no aconsejo que se descarte el deseo de la madre.

Viendo como algunos papás en querer participar, desean dar el biberón y que no se dé el pecho para poder alimentar también a sus hijos, quizás sin comprender que a quién deben mimar es a la mamá y que el vínculo inicial :la diada mamá y bebé debe darse en los primeros meses de vida y que ya habrá tiempo para que el padre intervenga de otra forma.

Y volviendo a mi entrada inicial experimento día a día en mi trabajo por enseñar a las familias a portear como los padres muestran una enorme felicidad cómo la autoestima se les sube de poder calmar con el contacto mediante le porteo a sus hijos, que para nosotras muchas veces es fácil calmarles mediante el pecho, pero para ellos lograr que dejen de llorar en el momento que se los ponen en los portabebés resulta algo maravilloso un feedback muy positivo, sentir que están criando bien, con seguridad y transmitiendo todo su amor.

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